lunes, 12 de enero de 2009

KOHLBERG: EL DESARROLLO DEL JUICIO MORAL

INTRODUCCIÓN
A través de este escrito, menciono algunas ideas generales mencionadas en la lectura y rescato algunos puntos importantes, en base a los cuales he realizado tres preguntas. A lo largo de mi ensayo busco dar respuesta a éstas de una manera breve y clara. Las preguntas son:
¿Cómo se relacionan los seis estadios entre sí?
¿Qué elementos caracterizan a cada estadio?
¿Por qué no se puede ubicar a los niños de manera general en un estadio?


DESARROLLO
En la lectura el autor define estadio como “manera consistente de pensar sobre un aspecto de la realidad”1, esto quiere decir que es la manera en que una persona piensa respecto a algún asunto o situación, es el libre albedrio de cada individuo.
Existen ciertos elementos que caracterizan a un estadio como por ejemplo que implican diferencias cualitativas en el modo de pensar, es decir que dos personas pueden pensar de la misma manera; otra característica es que cada estadio forma un todo estructurado, es decir un niño puede pasar de un estadio a otro sin haber cursado antes el que esta anterior a este; y por ultimo los estadio son integraciones jerárquicas, es decir cuando una persona pasa de un estadio a otro este integra las estructuras del anterior colocándolo en un nivel más alto.
Kolhberg utiliza un instrumento de investigación para estimar en desarrollo moral de una persona, este es el proponerle al individuo que se desea analizar una situación de conflicto en la que tenga que decidir que haría ante esta situación, claro esta debe ser de su interés y así al estar en un dilema el individuo tendrá que responder.


FINAL
CONCLUSIONES
Los estadios son la manera de pensar que tiene una persona, es la reacción que se tiene ante un dilema o situación conflictiva y Kolhberg lo deja muy en claro al explicar las características que los integran.

BIBLIOGRAFÍA

Hersh, Richard H. et al. (1997), “Kohlberg: el desarrollo del juicio moral”, en El crecimiento moral. De Piaget a Kohlberg, Carmen Fernández Aguinaco (trad.), Madrid, Narcea, pp. 44-70.

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